viernes, 12 de enero de 2018

Ciberbullying




En esta era de las llamadas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) con tan sólo un click podemos enviar o recibir documentos, libros o fotografías; no importa la distancia que tengan que recorrer, ni la hora en que los enviemos.


Estas tecnologías son más usadas y en ocasiones mejor comprendidas por niños y adolescentes, por haber nacido en un mundo completamente digital. Sin embargo, también son los más vulnerables a sufrir distintas formas de violencia a través de las TIC.


Tal es el caso del ciberbullying o acoso digital, el cual está relacionado con el uso de Internet o distintos medios digitales –como el celular, mensajería SMS, whatsApp, portales web o redes sociales– para agredir a través de amenazas, burlas, intimidaciones o insultos a una persona.


La doctora Milagros Figueroa Campos, profesora de la Facultad de Psicología de la UNAM, señaló que a diferencia del bullying –la modalidad de acoso en que la víctima reconoce a sus agresores– en el ciberbullying se utiliza el anonimato para llevar a cabo la agresión.


Este tipo de conductas ocasiona un fuerte impacto en los adolescentes, incluso hay quienes tienen que modificar algunas de sus actividades para no seguir siendo agredidos. Pero muchas veces la agresión continúa, ya que se ha descubierto que frecuentemente quien produce este daño emocional es alguien cercano a la víctima.


Los tipos de agresión que se dan en el ciberbullying, el cual es más frecuente entre los 12 y los 19 años, son rumores, ofensas, amenazas e intimidaciones, entre otros.


Figueroa Campos señaló que, aunque no hay una agresión de tipo física como en el bullying, el ciberbullying afecta emocionalmente a las víctimas,

Víctimas de ciberbullying pueden desarrollar a largo plazo

Secuelas emocionales

Cambios de personalidad característicos del estrés postraumático.

Dificultades para relacionarse con los demás.

Sensación de abandono y desesperanza.

Hostilidad, nerviosismo, pérdida de la sensación de control.


http://www.unamglobal.unam.mx/?p=19907



Anabel Huerta Solares

Cifras de bullying





Hasta mediados de la década pasada la información disponible en el país no reflejaban una situación preocupante en materia de violencia escolar, al grado que no se consideró como un tema relevante en el Informe Nacional sobre Violencia y Salud (Secretaría de Salud, 2006)

La medición de la violencia en las escuelas mexicanas es una práctica muy reciente y las cifras arrojadas son, en general, preocupantes, (Arteaga, Méndez Couto y Muñoz, 2012).

En el estudio titulado Primer Informe Nacional sobre Violencia de Género en la Educación Básica en México (2010), el 43.2% del personal docente, a nivel nacional, respondió haber detectado casos de bullying en su escuela.

Las niñas, niños y adolescentes que han sido víctimas de violencia física por parte de uno o más compañeros son el 17% en primaria y 14.1% en secundaria. - La proporción de alumnos que son objeto de burlas constantes es de 24.2% en primaria y del 13.6% en secundaria.
- Dos de cada diez alumnos de primaria y uno de cada diez de secundaria aceptó participar en peleas en las que se dieron golpes, dentro de las escuelas. - Tanto a nivel primaria como secundaria a casi la mitad de los niños, niñas y adolescentes entrevistados le han robado algún objeto o dinero. - Las y los adolescentes de secundaria que reportan sufrir amenazas representa el 13.1%.


Según la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) México ocupa el primer lugar internacional de casos de bullying en educación básica ya que afecta a 18 millones 781 mil 875 alumnos de primaria y secundaria tanto públicas como privadas.

El análisis efectuado por la OCDE entre los países miembros reporta que 40.24 por ciento de los estudiantes declaró haber sido víctima de acoso; 25.35 por ciento haber recibido insultos y amenazas; 17 por ciento ha sido golpeado y 44.47 por ciento dijo haber atravesado por algún episodio de violencia verbal, psicológica, física y ahora a través de las redes sociales.

El bullying se ha convertido en un severo problema ya que, conforme a la Comisión de los Derechos Humanos (CNDH), el número de menores afectados aumentó en los últimos 2 años 10 por ciento, al grado de que siete de cada diez han sido víctimas de violencia.

www.revistas.unam.mx/index.php/ents/article/download/54056/48112
Página 76 

http://www.milenio.com/politica/Mexico-primer-bullying-escala-internacional_0_304169593.html

Anabel Huerta Solares

Actores del bullying

 




Numerosos estudios previos han considerado a los actores involucrados en el acoso escolar de forma binaria: agresor y víctima (Chauxet al., 2009; Duncan, 1999). Pero estos no son los únicos papeles que pueden desempeñar los estudiantes.

 La literatura apunta la existencia de dos tipos adicionales: las víctimas-agresoras y los observadores. 

La víctima es quien recibe las agresiones y las acciones negativas por parte de otro(s) alumno(s); Olweus (1993) las clasifica en pasivas y provocadoras, dependiendo de si solo recibe agresiones o si perpetra y sufre agresiones de otros estudiantes.

El agresor, también llamado bully o abusador, ejerce la violencia contra uno o varios estudiantes. Se clasifican en agresores activos y pasivos o llamados también seguidores o secuaces (ídem); estos, sin iniciar la agresión, la alientan y dan muestras de simpatía al agresor. La conducta agresiva contra pares se ha explicado a partir de:
 a) el deseo de imponer y dominar;
 b) la satisfacción que les produce dañar a otros,
 c) el prestigio que adoptan entre sus pares,
 d) el beneficio directo (bienes proporcionados por las víctimas).

El tercer tipo de actor es la víctima-agresora o víctima-provocadora (sufren tanto violencia como la ejercen). Estos estudiantes son víctimas por parte de uno o varios agresores y también pueden ser agresores de estos –reaccionan ante la violencia sufrida– o de otro(s) estudiante(s).

Finalmente, los observadores son aquellos que, sin estar vinculados de manera directa al acoso escolar, atestiguan y de alguna forma son partícipes de este. Trianes Torres (2000) los clasifica en función del tipo de implicación y grado de involucramiento en situaciones de acoso: el observador activo ayuda o apoya al agresor abiertamente, sin ejercer violencia; el observador pasivo refuerza al agresor de manera indirecta (por ejemplo, al reírse de las agresiones); el observador prosocial ayuda a la víctima y el espectador solo observa el acoso.


http://www.redalyc.org/html/270/27032872002/

página 18

Anabel Huerta Solares

Consecuencias psicológicas


Un estudiante acosado por bullying manifiesta varias secuelas derivadas de la agresión, que se desarrollan a lo largo de su vida y se  presentan en todos los espacios de su desarrollo, por ser una tortura psicológica.

Es común que el estudiante acosado vive aterrorizado con la idea de no asistir a la escuela o salirse de ella. Dentro del salón se muestra nervioso, triste y solitario, depresivo, con ansiedad, sueño, baja autoestima, problemas de adaptación y pensamientos suicidas.  No participa en la clase, está distraído, no aprende y tiene bajas calificaciones. En ello, se demuestra el fracaso de los métodos y formas de aprendizaje en el aula que no logra concretar la enseñanza en el alumno, y no existe retroalimentación y monitoreo sobre los efectos de la agresión. 

En la violencia psicológica se alterna la persecución, intimidación, tiranía, chantaje, coacción, agresión, manipulación y amenazas, en suma, la tortura mental, junto con insultos y menosprecios, tanto en lo íntimo como en lo público. A tal grado que resulta suficiente un ataque psicológico para paralizar a la víctima sin requerir de un solo golpe físico, y es que el agresor sólo requiere de sobresaltar o asustar a su víctima para demostrar el control que ejerce sobre ella. Luego de corroborarlo se reirá de ella. El resultado: la víctima se minusvalorará, se responsabilizará y terminará justificando el maltrato, considerando que es en gran parte responsabilidad de ella. Y es que para entonces, la violencia psicológica habrá empleado todo tipo de actitudes y palabras denigratorias a fin de desestabilizar y herir su yo interno. 

En el mejor de los casos, cambiar de escuela es la opción, pero si la víctima no logra reaccionar aunque sea mínimamente, no sólo podrá quedar marcada en su ánimo y en su conducta de por vida, podrá incluso optar por terminar con su vida, ya que según lo han confirmado especialistas de la Universidad de Yale, un niño acosado tiene diez veces más ideas de índole suicida, a tal grado de ser el bullying la primera causa de suicidios entre adolescentes.
página 155
página 82-84

María del Rocio Verde Balleza. 

Consecuencias físicas



En la actualidad es difícil que nos demos cuenta de quienes son  victimas de bullying físico ya que la mayoría de las victimas prefieren no decir nada, para que las demás personas no se den cuenta de lo que sucede y si estos golpes se llegan a notar las victimas por miedo dicen mentiras,como decir que fue una caída, o estaban jugando, etc. Estos se quejan de dolores de cabeza o de estomago para no ir a la escuela. 

Las víctimas de bullying, sufren problemas de ansiedad, estrés, humillación, depresión, ira, impotencia, fatiga, hasta convertirse en enfermedades físicas, pérdida de confianza en sí mismas y puede derivar en el suicidio.

Son muchos los reportes, datos y evidencias de que disponemos sobre el daño que provoca el bullying, y buena parte de la literatura se ha ocupado de dar cuenta de los maltratos, traumas e incluso suicidios (Ricou, 2005) que se han registrado, mostrando que sólo se mira la punta del iceberg; es decir, "la mayor parte del fenómeno a que nos estamos refiriendo no es visible y tiene dimensiones mucho mayores de las que se ven" (Gracia, 2002:44). Desafortunadamente, nos enteramos del bullying hasta que ya el daño es muy grave.

Ser objeto de burlas y golpes continuos repercute de forma directa en la salud del menor, al incrementar los síntomas de depresión y baja autoestima. Los alumnos sometidos a un acoso crónico durante los 13 y 16 años mostraban una considerable merma en su salud, con importantes dificultades en la ejecución de actividades físicas como caminar, correr o practicar deporte.


página 95

En este vídeo podemos ver un poco mas acerca del bullying

María del Rocio Verde Balleza

Señales de que alguien está siendo victima de bullying


¿Cómo puedo saber si alguien es acosado?

Los padres

Los años de la adolescencia suelen ser muy turbulentos, y los adolescentes pueden mostrarse perturbados por muchas razones. Si un joven esta afligido, algunas veces puede ser difícil saber si su “actitud” es normal o si se debe que pasa por algunas dificultades, como el bullying. Los siguientes son algunos de los síntomas que puede mostrar los jóvenes victimas de bullying.
·        
  •        Presenta lesiones físicas.
  • ·         Pierde prendas de ropa o estas están rotas.
  • ·         Roban dinero (para dárselo a sus atormentadores o para volver a comprar lo que estos les han robado).
  • ·         Desaparecen sus pertenecías.
  • ·         Muestran unos cambios de humor muy acusados.
  • ·         Su rendimiento escolar baja.
  • ·         Se muestran reticentes a ir a la escuela.
  • ·         Parecen no tener amigos.
  • ·         Vuelven a casa muy pronto después de las reuniones con amigos.
  • ·         Se muestran evasivos y poco comunicativos.


Los profesores

Los profesores también deben de controlar la aparición del bullying, ya que este suele estar oculto. Las siguientes características pueden ser indicadores de que existe algún tipo de intimidación.
·         
  •       Los alumnos de su clase ríen por lo bajo, murmuran entre ellos o se dan ligeros codazos cuando algún alumno en particular entra en el aula, responde a alguna pregunta o atrae la atención hacia él o ella.
  •        Un estudiante parece abatido, apático o infeliz.
  • ·         Un estudiante esta siempre solo y/o se aparta de manera indiscriminada en las actividades.
  • ·         Nadie escoge a un estudiante para las actividades de grupo.
  • ·         Un estudiante que trabaja bien y tiene buenas notas y empieza a trabajar menos y a bajar su rendimiento escolar.
  • ·         Un estudiante falta a clase con frecuencia. 

          página 13 - 14

María del Rocio Verde Balleza




REPERCUSIONES EN EL DESEMPEÑO ESCOLAR

REPERCUSIONES EN EL DESEMPEÑO ESCOLAR.




El bullying o acoso escolar se presenta en las escuelas mexicanas sin lugar a dudas de forma latente y teniendo así repercusiones en el desempeño académico de los adolescentes que son agredidos.


La violencia, los insultos, golpes, empujones, burlas y demás actos realizados  y que conllevan al término relacionado con el bullying, afecta notablemente las calificaciones en las victimas. El 20% de la población estudiantil de 15 años en México, ha aceptado haber sufrido algún tipo de acoso escolar y el 13% que se burlaban de ellos. Esto según un informe elaborado por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).

 
Y con  estas cifras y la evaluación realizada por el estudio PISA; estudio que se hace a los jóvenes entre 15 años para medir sus niveles académicos de: ciencias, lectura y matemáticas. En México desgraciadamente nuestros adolescentes se encuentran por debajo del nivel, teniendo así carencias educativas.

También es así con cifras dadas a conocer por la OCDE que:  los estudiantes en el decil inferior de rendimiento en ciencias son casi dos veces más propensos que los estudiantes en el decil superior a declarar que son frecuentemente golpeados o empujados, y casi tres veces más propensos a ser objeto de rumores desagradables.

En México, como ocurre en la media de los países de la OCDE, las escuelas con altos niveles de acoso escolar obtienen un promedio menor en la puntuación en ciencias de sus estudiantes que las escuelas con bajos niveles, incluso controlando por el estatus socioeconómico de los alumnos.
De igual manera en México, cabe mencionar que los estudiantes de 15 años  a pesar de tener los más altos niveles de satisfacción con la vida del 8.3, cuando la escala es de 0 a 10 (cifra media OCDE; 7.3) y el 96 % están motivados para sacar notas en todas sus asignaturas  (cifra media OCDE; 83%), no cuentan con un sentido de pertenencia a la escuela. Un 25% de los alumnos se siente marginado en el colegio (cuando la media de la OCDE es de 17%) y un 21% se siente solo (media es del 15%).
Con estas cifras bien podemos decir que el acoso escolar es sin lugar a dudas un factor de repercusión negativa importante y alarmante es por eso que padres, directivos e instituciones debemos poner manos a la obra para erradicar o bajar considerablemente las cifras.


En México, las escuelas con altos niveles de acoso escolar (donde más del 10% de los estudiantes son frecuentemente víctimas de intimidación) obtienen un promedio de 34 puntos menos en ciencias que en las escuelas con bajos niveles (donde menos del 5% es frecuentemente intimidado). Esta diferencia se reduce a 22 puntos al considerar las diferencias en la composición socioeconómica de las escuelas




                                                                         AUTOR:
                                                                         JARILLO PAVON LUZ TANIA.



Referencia:

https://www.oecd.org/pisa/PISA2015-Students-Well-being-Country-note-Mexico.pdf